Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
Ah, prriyo, te vas a sacar las retas del FIFA.
Nambre, ca'. Aquí no hablamos del mismo pinche juego que parece ser lo único que permanece constante en esta vida.
De lo que quiero hablar (¿escribir?) es acerca de cómo México es un ente muy raro en este planeta de por sí raro. Algo así como "El laberinto de la soledad" pero pa' la racita de sol que está allá al fondo. Pa' la bandera, pues. Así que, lánzate por una de aquellas.
Bien sabemos que México hace todo sin saber cómo hacer nada. Como dijo el maistro, "primero pavimentas y luego cavas el pozo". Aquí, en este amado y odiado país pasan cosas bien raras (no tanto como en Asia, tranqui), y cada vez que pasan, el espíritu santo nos llena de gracia para recordarnos que, como México, no hay 2.
Mi intención de hoy es recordar aquellos sucesos o momentos que personifican a nuestra cultura, incluso pasan más allá del Puente Internacional Juárez-Lincoln, y nos ponen frente a los juiciosos ojos de la humanidad. (Estoy seguro que, en algún momento, esta trascendencia será universal.) Claro que siempre hay 2 lados de la moneda, pero en esta ocasión me enfocaré en aquellos que dan más risa que pena, o dan tanta pena que hasta da risa. Usted elija, aquí hay de todo, joven.
Políticos
Ah, qué gloriosos momentos nos ha dejado esa bola de payasos. Uno de ellos el expresidente municipal de un lugar por allá por Nayarit, cuando dijo que sí robó del pueblo, "pero poquito, porque está bien pobre, una rasuradita nomás" (sic). Otro que recuerdo gustoso, aunque no sin preocupación, es cuando a una candidata del Partido Verde le preguntaron qué mujer mexicana admiraba más de toda la historia de nuestro país, respondiendo que la madre Teresa de Calcuta. Y bueno, ¿por dónde le sigo? AMLO y sus estampitas; 'El Bronco' diciendo en una escuela primaria que Santa Clos no existe; Javier Duarte con sus rimas (ya tírenle un beat); qué va.
En la cúspide, solitario, yace el mejor, el que se la lleva por donde se vea. El mismísimo Enrique Peña Nieto, con una frase para la posteridad: "Yo una vez sentí un temblor que nadie más sintió". Qué bárbaro. P.D.: Mención honorífica a su otra frase impactante: "Ya falta como 1 minuto para llegar, no, menos, 5 minutos". Perdónanos, Peñita, no sabíamos lo que hacíamos.
Influencers
No sé quién es Andy Benavides ni por qué la hicieron famosa, así que no hablaré de ella ni de nadie de esas personas aquí. Me refiero a los lords y las ladies que desfilan a diario en nuestra conversación diaria. Han dejado una marca tan incomparable (me salió lo Tigre, perdón), que se han vuelto parte de la cultura pop mexicana.
Me refiero, por ejemplo, al señor en silla de ruedas que rueda sobre la calle Colón, creyendo él firmemente que se está yendo por la banqueta. También al señor que quiere dormir en una camioneta que no sabe de quién es. Al hombre del FUA; a la mujer que no chocó, le chocaron; al pobre hombre que tiene miedo y nadie lo ayuda; a Felipe 'Ferra' Gómez, alias 'El Ferras'; a la persona que vende tacos de canasta; a la mujer sin cubre bocas que quería su pizza; al de la CANACA, que Dios lo tenga en su santa gloria.
En la cima de la montaña, allá, lejos, detrás de toda la continmi-contin-continamina-contaminación, con su celular solar y su licuadora, está Lady Coral Blanco. Qué joya. La Greta Thunberg esa no le llega ni a los talones.
Ceremonias religiosas
Solo quiero reconocer al hombre que rompió con los paradigmas, que se sacrificó por el pueblo y nos dejó una... una... agh, una no sé qué. Es bello. Con ustedes, Jesús borracho en el via crucis de Tlaxcala.
Frases mexicanas
Por último, para no hacer más largo el cuento en este hediondo blog, repasaré unas frases que solo aquí se pudieron haber hecho, y solo aquí se pueden entender.
Vas a comprar algo ahí en el puestito, ves el precio y le dices al don o a la doñita "¿cuánto es lo menos?". Te invita tu racita a echarte unas "banqueteras" bien frías, y tú no dices "jalo", ni tampoco dices "va"; dices "yo pongo las de harina". Las cosas no son para ti, son "pa' Tiburcio"; y tampoco son para mí, son "pa' Miguel". Te le pasaste de lanza a tu compa en el beer pong, pero tú, para que no se lo tome perso, le dices que "sin Yolanda, Maricarmen".
En fin, muchas frases tienen un algo que es bien así, un algo que solo aquí lo entendemos. Y la persona que de plano "se la rifó" fue la que no preguntó "¿cuánto cuesta?", sino la que quiso saber "¿de a cómo se va?".
Ay, ay, ay, mi México mágico, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. ¿Qué haríamos si viviéramos en Suiza, Suecia, Noruega, Canadá, Alemania, o cualquier otro país de "primer mundo"? ¿Sería la vida sombría y vacía como aparenta ser en esos países donde no se aprecia lo que hace tu gente? No lo sé, y, afortunadamente, nunca lo sabré.
Me despido con una frase del mismísimo maestro Carlos Monsiváis: "¿Por qué me pasa todo esto? Porque soy mexicano. ¿Y cómo sé que soy mexicano? Porque me pasa todo esto".
Nos leemos pronto.
Comentarios
Publicar un comentario