Reflexión acerca de los procesos

Por naturaleza nos caracterizamos por ser personas “pacientes”. Esto, hasta que llega el momento de querer algo.
Poco a poco nos vamos convirtiendo en personas obsesivas con aquel pensamiento recurrente, ese viaje que queremos concretar, esa vacante laboral que queremos cubrir o ese sueño que queremos cumplir; a la par, inconscientemente nos va frustrando, y con esta frustración viene la desesperanza, la cual nos nubla y nos cambia la perspectiva de la vida misma.

Es importante irnos dando cuenta que todo lo que pasa, y lo que no pasa, forma parte indispensable de un proceso para llegar a un fin u objetivo que:

1. Va encaminado a cumplir nuestro sueño o meta deseada y planteada desde un inicio
2. O va encaminado a cumplir algo ajeno a nuestro plan, el cual puede llenarnos de igual manera, o incluso superar nuestras expectativas.

Nos invito a creer en el proceso de la vida. A entender los tiempos de la antes mencionada, y a hacer todo lo que esté en nuestras manos para aportar.
Recordemos que, si pasa eso que nos fijamos, qué bueno; y si no, qué bueno también. Porque todo lo que pasa y no pasa nos llevará a donde tengamos que estar, siempre y cuando pongamos de nuestra parte para hacer lo único que está en nuestras manos que es… avanzar.

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